El kiosco de la plaza de España -que hasta hace unos meses vendía periódicos y revistas por medio de una concesión- será explotado nuevamente, después de que Proines (Asociación para la Integración de Personas con Enfermedad Mental) y el Ayuntamiento de Don Benito hayan llegado a un acuerdo, ya que esta instalación es municipal.
A través de este convenio, un usuario de la agrupación contratado de forma temporal se encargará de la gestión del espacio, en el que venderán, entre otras cosas, los productos que cultivan en los invernaderos del polígono San Isidro, donde trabajan once personas y reciben formación más miembros de Proines. También servirá como un punto de exposición de las tareas que realizan en otros ámbitos.
La cesión del kiosco tiene una duración de cuatro años prorrogables sin ningún tipo de coste. Tan solo, Proines se hará cargo de las facturas de luz, agua, y lo necesario para su mantenimiento. La intención de la asociación es que la actividad comience del 6 al 8 de octubre, coincidiendo con el Día Mundial de la Enfermedad Mental, y utilizarán este lugar como plataforma, para dar a conocer la labor que desempeñan con un centenar de usuarios.
Esta iniciativa forma parte de la estrategia de integración sociolaboral de la asociación. El proyecto llamado ‘Creando empleo’ se inició en 2013, con el anterior equipo de gobierno. Durante este tiempo, en los viveros cedidos por la Administración local se han llevado a cabo cursos con discapacitados por trastorno mental. En esta segunda fase realizarán un estudio de mercado para evaluar la posibilidad de crear una empresa medianamente viable, que pueda autoabastecerse y dar cabida a empleados con este perfil.
Según el gerente, Antonio Lozano, la intención es que el kiosco sirva de puente para las personas que se puedan integrar en el mercado laboral ordinario y todo teniendo en cuenta la situación económica. «Cuando se acaba el dinero, llega el momento de las ideas», ha asegurado el representante de la asociación.
Hospital
Aprovechando la actualidad del tema, Antonio Lozano, como profesional de la enfermedad mental, se ha referido al proyecto del nuevo hospital. «Sin ánimo de buscar culpables, creo que cometemos un error sobre el debate continuo de la localización y nos olvidamos de cosas más importantes. El Hospital Don Benito-Villanueva tiene que dar cobertura a una población de 165.000 habitantes, se tiene que reclamar la dotación de ese hospital y su cartera de servicios. Tenemos que saber si vamos a contar con un apartado residencial para que se pueda pernoctar en casos de necesidad o qué va a pasar con la unidad de psiquiatría, que es necesaria. Si seguimos divididos, creamos caldo de cultivo para dilatar el proceso», ha afirmado.